sábado, 23 de abril de 2016

¡Caballo ganador!


Cuando pienso en todas las personas que pueden beneficiarse de El invitado imprevisto en chino, lo primero que me ha venido a la cabeza es el bien tan grande que puede suponer: descubrir el sentido cristiano del dolor humano.

Desde luego estamos muy alejados de China, pero el dolor en cualquiera de sus formas es idéntico, por lo que todos podemos descubrir cómo ser feliz en el dolor gracias a la ayuda de los Sacramentos.

Ante un panorama de estas características, mucha gente puede pensar que soy un ingenuo o que mi esclerosis está empezándome a afectar a la cabeza, pero es ahora más que nunca cuando recurro a la fe que me transmitieron mis padres.

Si miro paso a paso, desde que se inició la idea del libro y cómo han ido encajando las piezas, me doy cuenta que ha sido el Señor el que ha hecho que todo vaya saliendo en el momento oportuno. Seguro que Él desea que se difunda el libro en China, para que muchas personas conozcan la fe.

Animo a que mucha gente rece por la difusión de la edición en chino, ya que es apuntarse a “caballo ganador” pues el Señor nos ayuda y nunca pierde batallas.

Y no te olvides: ¡súmate al reto del millón!

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